El ozono es una variedad alotrópica del oxígeno. Su molécula triatómica (compuesta por tres átomos del mismo O3) se genera por la activación de la molécula diatómica (O2). Esta activación puede ser provocada por la acción de una descarga eléctrica o por la energía irradiada de los rayos ultravioleta sobre el oxígeno atmosférico.
Algunos de los gases que componen el aire tienen una misión específica que cumplir. En el caso del ozono, es la de eliminar los agentes contaminantes que no formen parte del aire limpio y seco.
En 1863 el científico Soret comprobó y demostró que el ozono (O3) se compone solamente de oxígeno, a partir de aquí se ideó el sistema OTTO para producirlo de forma artificial y controlada. En la actualidad se fabrica siguiendo los mismos principios, al igual que lo hace la propia naturaleza en las tormentas con descargas eléctricas.
Gracias al poder que nos ofrece este gas noble como bactericida, germicida, viricida, fungicida y desodorante, se puede aplicar prácticamente en cualquier ambiente y sector. Su utilización es posible tanto para la descontaminación, esterilización, aporte de oxígeno naciente, como para la desodorización de olores de origen orgánicos e inorgánicos, en hogares, lugares de trabajo, locales públicos, vestuarios, gimnasios, veterinarias, farmacias, hospitales, residencias, clínicas, granjas de animales, etc...
Cumple varias reglas importantes, tanto en su generación como en su actuación de agente oxidante. Una de ellas se debe a que es el único desinfectante natural ecológico que no perjudica al medioambiente, ya que después de actuar se vuelve a convertir en (O2) oxígeno natural, limpio y puro.
En cuanto a su ficha toxicológica el ozono está clasificado únicamente como agente irritante en el aire, no estando clasificado como carcinogénico.
Es necesaria una alta concentración y una prolongación excesiva del tiempo de exposición para darse semejante caso, apreciándose en todo momento su característico olor en el ambiente.
En las concentraciones y tiempos de exposición de nuestros productos no tiene ninguna contraindicación.
Existe una amplia gama de generadores y de tecnología avanzada, que va desde un uso doméstico con baja producción, hasta máquinas de alto rendimiento para fines industriales, desarrollados por técnicos e ingenieros plenamente capacitados en este campo. Es necesario y obligatorio equilibrar esa producción de ozono dependiendo de varios factores según la finalidad que tenga. Estos principios se deben aplicar siempre para cualquier destino además de respetar los límites de O3 mg/h. (ppm) establecidos en normativa por la OMS.
El ozono tiene propiedades desinfectantes y antisépticas. Su utilización está avalada por científicos, médicos, biólogos, químicos, universidades de investigación, centros oficiales, de todo el mundo.
Sin embargo, su uso no se populariza dado que no se puede envasar ni almacenar y su bajo costo hace inviable su comercialización. Por lo tanto, únicamente puede generarse -in situ- con el equipamiento adecuado.
Sí, su utilización se encuentra regulada en normativa y recomendada por la OMS. En España está regulada por la norma UNE 400-201-94: (Generadores de ozono para tratamientos de aire, seguridad química) Norma UNE- EN 1278: 1999 (03) (para el tratamiento del agua de consumo humano).
Por otro lado, diferentes instituciones y organizaciones afines realizan continuos estudios, certificados y ensayos. Algunos de ellos son:
Instituto Pasteur de París, Francia.
Consejo Superior de Investigación Científica de España.
Dpto. de Agricultura y productos de Alimentación de EUA, entre otros.
Diluido en el agua el ozono elimina todo tipo de virus, bacterias, hongos, algas, quistes de parásitos (incluido el germen de la Legionella) proporcionando un agua exenta de impurezas mejorando las condiciones organolépticas del agua sin provocar compuestos tóxicos ni residuo alguno, logrando un agua idónea para el consumo y de unas características extraordinarias. Al beber agua ozonizada repercute favorablemente en la prevención de enfermedades gastrointestinales, gastroduodenales y parasitosis.
Por necesidad. La desinfección, esterilización, renovación del aire y eliminación de olores, a causa del poder de oxidación del ozono (O3), incide positivamente en la salud de las personas, su estado de ánimo, calidad de vida, rendimiento laboral. Asimismo, contribuye a mejorar el absentismo de colaboradores que se encuentren en condiciones propicias para el desarrollo y propagación de bacterias, gérmenes, virus, alergias, hongos, contaminación del aire, ambientes enrarecidos o viciados, etc.
Sí. Según el tipo de máquina deberán ser revisados entre los 3 y 12 meses, dependiendo del mecanismo, sector y horas de servicio. El control periódico será determinante para prolongar el correcto funcionamiento y asegurar la correcta concentración y producción. El control y mantenimiento debe ser realizado exclusivamente por personal autorizado y debidamente capacitado por la compañía.
Sí. Hay muchos estudios científicos que lo avalan. Recientemente, un grupo de investigación de la Facultad de Medicina de NARA, Japón (Profesor Toshikazu Yano del Departamento de Enfermedades Infecciosas - Director Dr. Kei Kasahara) y el consorcio MBT han confirmado la inactivación de un nuevo coronavirus por exposición al gas de ozono.
Ver comunicado de prensa.